Animado por un concurso de guiones del programa Versión Española de TVE, decide escribir y enviar La Jugada, un guión de cuya suerte en el concurso nada más se supo, pero que lleva adelante contra viento y marea. Decidió hacer la película, compra un pequeño equipo y rueda su primera película. El estreno en el Hotel Juan Carlos Primero tuvo buena acogida. Luego, un encuentro casual en un hotel madrileño con el productor cinematográfico Miguel Torrente, le proporciona los consejos que le encarrilan en la dirección correcta para producir su segunda película.
Después de consolidar un proyecto empresarial decide poner en marcha su propia productora, se rodea de colaboradores con experiencia y de un grupo de actores que unen experiencia e ilusión. Nace el proyecto de Dos Billetes. Javier Serrano confía en las claves que dieron al género negro una importancia fundamental en la historia del cine: "Una de las claves es la inevitabilidad de la acción. La película te tiene que arrastrar hasta el final y eso es lo que sucede en Dos Billetes. Es una película en la que sucede una cosa detrás de otra, sin un momento de tregua a la acción".
Serrano tiene muy claro su proyecto de futuro: "Hago cine porque me gusta y pienso seguir haciendo cine, tengo tres guiones más en la cabeza, A mí lo que más me gusta es escribir y contar historias. Para mi la vida es un película".
Fiel a su lema de no confundir nunca el precio con el valor de las cosas, sabe lo que cuesta lograr los sueños y las ambiciones personales y está dispuesto a apostar por ellos. Por eso ha arriesgado su proyecto empresarial para financiar su proyecto cinematográfico